domingo, 30 de marzo de 2014

Cuestionar a Venezuela mientras el rancho se nos quema.


No está bien, o no parece ser coherente que como ciudadanos Colombianos nos arropemos con el derecho inmaculado de opinar sobre nuestros vecinos Venezolanos y cuestionar su democracia cuando en nuestro país ese argumento está más que en crisis.

La excesiva compulsión de los medios de comunicación aliados a intereses Imperiales y económicos de los empresarios que han hecho fortunas a costillas de los Estados Coloniales y Repúblicas semi-feudales apenas del siglo pasado en América Latina, ha logrado arrastrar una opinión desfavorable de la dinámica político-popular venezolana.